DOLORES MAYÁN
LOUISE BROOKS
Imágenes de Louise Brooks de Silent_Screen_Queen
LOUISE BROOKS SOCIETY
"No hay Garbo, Dietrich no existe, sólo hay Louise Brooks,"
Su melenita flapper sigue siendo un referente de estilo y un referente de su tiempo en el ahora más estricto. Ninguna de las actrices de Hollywood que adoptan el peinado consiguen comunicar una micra de la sugestión erótica que ella comunicaba, ni la callada y subversiva cualidad de sus gestos al posar. No podemos esperar ni de una Juliette Binoche siquiera, esa languidez mortal perfecta (hasta deseable y deseada) de la última escena de La Caja de Pandora.
Vestida de chico, con pistolas, peleando con sombras chinescas, con marabú, con vestidos de gasa o desnuda de ellos, en la sesión kimono, repantingada en una chaise longue, o en cualquiera de sus películas (contenida, y por eso mismo magnética, en las antípodas de todas sus contemporáneas del cine mudo), hipnotiza, abduce la mirada, la absorbe, la calienta. Nadie, ni siquiera Marilyn, en toda la historia de los media en el siglo XX, logra sostener ese pulso erótico con quien mira. Ni hombres, ni mujeres.
Su mirada y su lenguaje corporal no pidieron nunca perdón ni permiso.
Louise Brooks entendía el arte de ser Louise Brooks como el del movimiento del pensamiento y el alma comunicado a través de una especie de ardiente retiro interior
Louise Brooks y la DANZA
Martha Graham
Ruth St Denis
Louise Brooks comenzó su carrera en el mundo del espectáculo como bailarina en la compañía de danza moderna de la escuela de danza Denishaw, con Martha Graham, Ruth St. Denis y Ted Shaw
Consiguió entrar como bailarina en las Ziegfeld Follies de Broadway
Hay algo impactante en su idea de cómo ofrecer su imagen a la mirada del otro: lo que falta en el tumulto y la estridencia de lo visual del momento que vivimos.
"No somos nosotros los que la miramos, sino ella mirándonos"
Sono Silente
bstudiodanza
La compañía Bstudiodanza presenta su espectáculo, Sono Silente de la directora Dolores Mayán que nos acerca una reflexión teórica sobre el sistema sexo-género. Y lo hace a través de dos filmes de Louise Brooks, la actriz norteamericana e icono del cine mudo de los años 30. La pieza evidencia el devenir preformativo de la feminidad y ‘la mascarada’ teorizada por Joan Riviere en un trabajo de gran carga simbólica y poética.
La relación entre el concepto y la coreografía conforma una plataforma a partir de la cual los cuerpos se apropian del movimiento de una forma reflexiva, recontextualizando los patrones establecidos y abriendo campos de búsqueda.
Con este espectáculo al igual que con los dos anteriores, ‘De Meu’ y ‘Corpos Reflexivos’, BStudiodanza pretende contar historias cercanas que despierten la curiosidad del público y la reflexión dentro de una plástica más sensorial que racional.
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