Pina Bausch
germanhistorydocs.ghi-dc.org
"Nacida en plena II Guerra Mundial, hija de un tabernero de la localidad de Solingen (estado de Renania del Norte, el más occidental del país), Pina Bausch llegó a la danza tarde, con 15 años, pero con unas condiciones físicas marcadas por su agilidad y flexibilidad. Su maestro fue uno de los iconos de la nueva danza del siglo XX, Kurt Joos (1901-1979), autor de la trascendental coreografía 'The Green Table' (1932), quien siguiendo las doctrinas difundidas por su mentor, Rudolf von Laban (1879-1958), enseñó a la adolescente Filipina (su verdadero nombre) a bailar y a pensar, algo absolutamente unido cuando se habla de la escuela Laban".
Para este teórico, coreógrafo y pedagogo húngaro, el movimiento es también pensamiento, emoción, acción y expresión.
elmundo.es
Una de las contribuciones más importantes de Philipina Bausch (a su muerte me enteré de su hermosísimo nombre) fue la de recuperar para la danza la honestidad del gesto teatral. La dramaturgia, el andamiaje y el esqueleto de sus montajes inolvidables le otorgan a esos cuerpos, sobre quienes escribió y plasmó su weltanschauung, una presencia escénica inconfundible: sus bailarines —actores que no son técnicamente demostrativos o virtuosos en el sentido tradicional—. A pesar de que el entrenamiento cotidiano básico de sus intérpretes está basado en la técnica del ballet clásico, en su trabajo —ni esta ni ninguna otra técnica— son un fin en sí mismas.
La imagen de estos dos monstruos sagrados de la danza contemporánea mundial, fundidos en este beso de reconocimiento mutuo, nos invita a reflexionar sobre la relación del tiempo (la edad) y el cuerpo (el espacio)… El fin del cuerpo… el fin del tiempo… Desde hace mucho (tiempo) que mis meditaciones más recurrentes giran en torno al fin/finalidad del cuerpo/tiempo… Pina Bausch, la sacerdotisa de la danza teatro, ha ofrecido su propio cuerpo —o mejor— su cuerpo la ha ofrecido a ella en sacrificio —prematuramente, antes de tiempo… antes de cuerpo—.
elespectador.com
Pedro Almodóvar se refiere también a la "relación de los cuerpos", "esencial" en el trabajo de Bausch. "Una relación a veces lúdica, sensual, especular, autoritaria o dolorosa. Sus espectáculos desbordaban fisicidad, instinto y una sensibilidad indómita, delicada y original", afirma.
es.noticias.yahoo.com
"Pasar de bailarina a coreógrafa fue casi un proceso orgánico. No lo busqué, no fue una decisión intelectual. Yo simplemente bailaba y, un día, sin saber cómo, me encontré escribiendo con mi propio cuerpo. Quería buscar una manera de decir lo que necesitaba de una forma fuerte, poderosa. Igual que en los años de mi infancia, quería expresarme. Hubiera podido hacer más, pero tenía a mi cargo los bailarines y la compañía. Les di a ellos mi amor y mi escritura para que danzaran y, hoy a los 68, ¡todavía espero para bailar yo...!"
"Trabajábamos la sorpresa. Bailábamos la sorpresa. ¡Tan refrescante! Con el tiempo tuve que sistematizar. Inventé el método de entregar una pregunta al grupo, una técnica que aún usamos. Les doy algo en qué pensar, algo que les provoca reacciones intensas y mucha pasión.
ddooss.org
(Entrevista por Enrique Herreras)
"¿Hago teatro o hago danza? Una pregunta
que no me planteo jamás. En todo caso
la respuesta puede que esté en la definición
de mi compañía: se denomina de
teatro y danza. Las dos disciplinas van
juntas. Yo lo que trato es de hablar de la
vida, de las personas, de nosotros, de las
cosas que se mueven…"
"Busco simplemente una forma de
expresar lo que siento, y puede suceder
que esa forma no tenga ninguna relación
con lo que entendemos como danza.
También ocurre que alguien al ver que los
movimientos son simples, piense que no
es danza, pero sí lo es para mí. En mis
espectáculos hay mucha danza, incluso
cuando los bailarines no se mueven. Una
caricia también es danza".
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Pina Bausch
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Pina Bausch, la última gran creadora de la danza
"Nacida en plena II Guerra Mundial, hija de un tabernero de la localidad de Solingen (estado de Renania del Norte, el más occidental del país), Pina Bausch llegó a la danza tarde, con 15 años, pero con unas condiciones físicas marcadas por su agilidad y flexibilidad. Su maestro fue uno de los iconos de la nueva danza del siglo XX, Kurt Joos (1901-1979), autor de la trascendental coreografía 'The Green Table' (1932), quien siguiendo las doctrinas difundidas por su mentor, Rudolf von Laban (1879-1958), enseñó a la adolescente Filipina (su verdadero nombre) a bailar y a pensar, algo absolutamente unido cuando se habla de la escuela Laban".
Para este teórico, coreógrafo y pedagogo húngaro, el movimiento es también pensamiento, emoción, acción y expresión.
elmundo.es
Pina Bausch, el fin del cuerpo
Una de las contribuciones más importantes de Philipina Bausch (a su muerte me enteré de su hermosísimo nombre) fue la de recuperar para la danza la honestidad del gesto teatral. La dramaturgia, el andamiaje y el esqueleto de sus montajes inolvidables le otorgan a esos cuerpos, sobre quienes escribió y plasmó su weltanschauung, una presencia escénica inconfundible: sus bailarines —actores que no son técnicamente demostrativos o virtuosos en el sentido tradicional—. A pesar de que el entrenamiento cotidiano básico de sus intérpretes está basado en la técnica del ballet clásico, en su trabajo —ni esta ni ninguna otra técnica— son un fin en sí mismas.
La imagen de estos dos monstruos sagrados de la danza contemporánea mundial, fundidos en este beso de reconocimiento mutuo, nos invita a reflexionar sobre la relación del tiempo (la edad) y el cuerpo (el espacio)… El fin del cuerpo… el fin del tiempo… Desde hace mucho (tiempo) que mis meditaciones más recurrentes giran en torno al fin/finalidad del cuerpo/tiempo… Pina Bausch, la sacerdotisa de la danza teatro, ha ofrecido su propio cuerpo —o mejor— su cuerpo la ha ofrecido a ella en sacrificio —prematuramente, antes de tiempo… antes de cuerpo—.
Pedro Almodóvar confiesa que Pina Bausch fue para él "una fuente constante de placer" y de inspiración
Pedro Almodóvar se refiere también a la "relación de los cuerpos", "esencial" en el trabajo de Bausch. "Una relación a veces lúdica, sensual, especular, autoritaria o dolorosa. Sus espectáculos desbordaban fisicidad, instinto y una sensibilidad indómita, delicada y original", afirma.
es.noticias.yahoo.com
NUNCA QUISE SER COREÓGRAFA
Entrevista a Pina Bausch por María Cristina Jurado
"Pasar de bailarina a coreógrafa fue casi un proceso orgánico. No lo busqué, no fue una decisión intelectual. Yo simplemente bailaba y, un día, sin saber cómo, me encontré escribiendo con mi propio cuerpo. Quería buscar una manera de decir lo que necesitaba de una forma fuerte, poderosa. Igual que en los años de mi infancia, quería expresarme. Hubiera podido hacer más, pero tenía a mi cargo los bailarines y la compañía. Les di a ellos mi amor y mi escritura para que danzaran y, hoy a los 68, ¡todavía espero para bailar yo...!"
"Trabajábamos la sorpresa. Bailábamos la sorpresa. ¡Tan refrescante! Con el tiempo tuve que sistematizar. Inventé el método de entregar una pregunta al grupo, una técnica que aún usamos. Les doy algo en qué pensar, algo que les provoca reacciones intensas y mucha pasión.
A veces los bailarines escriben sus respuestas con palabras, otras, con el cuerpo y los movimientos. A veces es sólo un gesto. Les pido que interpreten un deseo, un estado de ánimo, un miedo. O que imaginen y reaccionen frente a una situación inventada. Elaboro un cuestionario, tomo notas, les enseño un paso nuevo. Así se va armando mi material de construcción. Es con esto que construyo cada cuadro, como los ladrillos o el cemento de una casa. No es simple: sé lo que ando buscando, pero no tengo idea de dónde lo voy a encontrar. Yo lo siento pero no lo veo; algunas veces aparece nítido, pero otras es una gran nebulosa. Hasta que una mañana me levanto - con sol o con lluvia- y llega el gran chispazo: sé. Sólo que esta respuesta genera más preguntas. Y el ciclo continúa, cada vez más intenso, a veces, un poco desesperado... Por fin el material recolectado toma forma. Y comenzamos".
DIALOGO CON PINA BAUSCH
(Entrevista por Enrique Herreras)
"¿Hago teatro o hago danza? Una pregunta
que no me planteo jamás. En todo caso
la respuesta puede que esté en la definición
de mi compañía: se denomina de
teatro y danza. Las dos disciplinas van
juntas. Yo lo que trato es de hablar de la
vida, de las personas, de nosotros, de las
cosas que se mueven…"
"Busco simplemente una forma de
expresar lo que siento, y puede suceder
que esa forma no tenga ninguna relación
con lo que entendemos como danza.
También ocurre que alguien al ver que los
movimientos son simples, piense que no
es danza, pero sí lo es para mí. En mis
espectáculos hay mucha danza, incluso
cuando los bailarines no se mueven. Una
caricia también es danza".
Pina Bausch : A coffee with Pina
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2 comentarios:
puro amor,sublime...
puro amor,sublime...
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