Danza - Dolores Mayán

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Escuela BSdanza

Madrid en Danza III - Giselle- Mats Ek






Giselle, Mats Ek



Ballet de la Ópera de Lyon, Director: Yorgos Loukos

Giselle, Mats Ek

25 Aniversario Estreno en la Comunidad de Madrid Duración: 1 hora y 30 minutos (con intermedio) Género: Danza Contemporánea
País: Francia
Sobre la obra Giselle, Mats Ek

Giselle, Mats Ek

Al igual que Tartufo de Molière o Berenice de Racine para el teatro clásico, Giselle es, para la danza, la referencia del ballet romántico. Creado en 1841 en la Ópera de París (en aquel entonces situado en la calle Le Peletier), reúne todos los elementos de la corriente estética y filosófica que recorre la primera mitad del siglo XIX: la ensoñación y lo irreal que irrumpieron en la literatura, el teatro, la ópera y la danza para oponerse a un mundo cotidiano demasiado materialista. Sólo el amor - como el arte - tiene el poder de transcender la muerte ya que la felicidad terrestre está considerada como un ideal inalcanzable. Así, la pobre Giselle, seducida por un gran señor, un hombre más inconsecuente que malo, morirá de dolor al descubrir la mentira que sufrió (el príncipe Albrecht se hizo pasar por un sencillo campesino mientras estaba prometido a la princesa Bathilde). Convertida en espíritu sobrenatural, en alma errante, Giselle se junta en el bosque con las sombras blancas de otras novias fallecidas, las Willis, quienes se vengan de los hombres atrayéndoles, de noche, para perderles en las tinieblas. Ante los remordimientos sinceros de Albrecht, Giselle perdonará y defenderá su príncipe hasta el alba, salvándole la vida.

La coreografía tradicional de Giselle (concebida por Jean Coralli y Jules Perrot para Carlotta Grisi y Lucien Petipa, el hermano mayor de Marius) sigue teniendo esa asombrosa capacidad para traducir los movimientos psicológicos de los personajes gracias a la danza, como si el sentimiento interior condujera los pasos.


El sueco Mats Ek, en su relectura de Giselle en 1982 para el Ballet Cullberg, ha tenido la audacia de llevar al paroxismo lo que era ya latente. Manteniendo el "guión" de origen (el libreto escrito por Théophile Gautier) y la música de Adolphe Adam, Mats Ek acentúa lo trágico de la situación, haciendo de Giselle la tonta del pueblo, engañada por un Don Juan llegado de la ciudad decidido a pasar un buen momento con sus amigos. Desestabilizada, Giselle pierde la razón. No morirá por ello pero terminará en un manicomio: las telas y los tutús largos de las Willis dejan su lugar a las blusas de las enfermeras y a las camisas de fuerzas. Hilarion, el amigo de infancia, no abandona a Giselle y trata de traerla de vuelta a la realidad. En vano. El espíritu de la joven ha dejado este mundo de manera definitiva.

Albrecht, el play-boy seductor, muy atraído por esta criatura, tan distinta a su frívolo entorno, volverá a encontrarse con Giselle en el hospital. Una visita iniciática que le abrirá las puertas de otra vida; el amor de Giselle le hará descubrir la vanidad de las cosas y la verdad del corazón. La transposición de Mats Ek no tiene nada de facticio: la puesta en escena visionaria conlleva una violencia y un expresionismo moderno que siguen conmoviéndonos profundamente.
Josselyne Le Bourhis, programa de noche - marzo de 2009










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